Las ondas de choque en fisioterapia son una impresionante terapia recuperadora de lesiones. son ondas acústicas de alta frecuencia y energía, similares a ultrasonidos pero de mayor frecuencia y densidad, que se aplican en el tejido lesionado mediante un cabezal en la zona afectada con el objetivo de recuperarlo.
Interactúan con el tejido promoviendo su reparación acelerada y el crecimiento celular, y sus principales ventajas son la recuperación funcional, tales como el alivio del dolor y la recuperación de la movilidad.
Las propagación de las ondas radiales tiende a ser expansiva. No se focaliza la energía en un punto final y su eficacia en la trasmisión de energía empieza a disminuir levemente y de manera progresiva a los 3,5 centímetros de profundidad. Este tipo de onda de choque es el más empleado en fisioterapia debido a que la mayoría de estructura diana (tendones, musculatura, hueso, ligamentos) no se encuentran a una gran profundidad. Al no focalizarse sobre un punto, los riesgos o efectos secundarios asociados son menores.
Sus efectos son:
Analgésicos: por la destrucción de terminaciones nerviosas no mielinizadas, por la inhibición medular e inhibición de las terminaciones nerviosas por liberación de endorfinas.
Antiinflamatorios: por la degradación de los mediadores de la inflamación por hipertermia inducida.
Aumento temporal de la vascularización e activación de la angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos
Rotura y absorción de los depósitos cálcicos
Neo-osteogénesis en procesos de pseudoartrosis y retardos de consolidación: el efecto fisiológico, en este caso, se produce por la estimulación osteogénica (osteonectina) por micronización osteogénica
Indicaciones:
- Epicondilitis y epitrocleitis: es una patología caracterizada por dolor en la cara externa y/o interna del codo, sobre el epicóndilo (prominencia ósea más externa del codo), como resultado de una tensión mantenida o por sobreesfuerzos repetidos.
- Tendinitis y tendinopatías crónicas: la tendinopatía crónica conlleva una inflamación de los tendones que perdura en el tiempo.
- Tendinopatías calcificantes: es una patología común en el hombro y produce dolor.
- Entesitis aquílea: que es la tendinitis en la inserción del tendón de Aquiles.
- Fascitis plantar y espolón calcáneo.
- Fibrosis muscular postraumática: ante una mala recuperación y/o consolidación de un traumatismo muscular cuando hay fibrosidad por acumulación de fibras de colágeno
- Osteocondritis y necrosis avascular: pérdida de vitalidad de un hueso y enfermedad resultado de la pérdida temporal o permanente de la entrada de sangre en los huesos.
- Acciones sobre el tendón.
- Respuesta mitogénica y morfogénica: es decir, que favorecerá la mitosis celular y, por tanto, la regeneración tisular. Por otro lado, aumenta la formación de hueso, cartílago o tejido conjuntivo nuevo.
- Aumento de tenocitos por lo que los tendones se irán regenerando.
- Promueve la neovascularización: por lo que se generarán vasos sanguíneos nuevos y la zona estará revascularizada
Efectos secundarios:
- Hinchazones, enrojecimientos, hematomas
- Petequias
- Dolores
- Lesiones de la piel en el caso de un tratamiento anterior con cortisona
Normalmente, estos efectos secundarios se atenúan después de 3 a 7 días.
Antes de una nueva sesión de tratamiento es preciso comprobar que los efectos secundarios hayan desaparecido. Inmediatamente después de un tratamiento, sólo se deben hacer ejercicios moderados.
Contraindicaciones:
- Trastornos de coagulación de la sangre (hemofilia)
- Toma de anticoagulantes, sobre todo Marcumar
- Trombosis
- Enfermedades de tumor, pacientes con carcinoma
- Embarazo
- Polineuropatía en el caso de diabetes mellitus
- Inflamaciones agudas / Focos purulentos en el área de tratamiento
- Niños en edad de crecimiento
- Tratamiento con cortisona hasta 6 semanas